Por lo que cuenta Álvaro Velasco (Zamora, 1984), en España apenas hay precedentes a su primer libro en solitario, Penalti Pop (editorial Muddy Waters Books): un ensayo –quizás la palabra sea demasiado pretenciosa… y engañosa— que ahonda en la relación entre dos pilares del entretenimiento mundial, el fútbol y la música, la música y el fútbol.
Con pocas cosas se disfruta más que con un gol de tu equipo y con un estribillo adecuado en el momento justo. Así es que Velasco, que ya apareció en esta web por su Paquetes, escrito a cuatro manos con Iñaki San Román y dibujado por Lorenzo Montatore, Pablo Ríos y Antonio Hitos, se echó hacia adelante para ver qué le salía si mezclaba los dos conceptos.
«No hay mucho en castellano, quitando un libro de José Antonio Martín Petón, que tampoco profundiza mucho. Se llama El fútbol tiene música. Y, curiosamente, no hay nada con dos temas tan transversales y tan populares como la música y el fútbol. Empecé con una lista de 800 canciones y pude haber hecho mil páginas», cuenta el autor.
Se quedó en 350, que no está mal. «Mi editor me quitó la idea de la cabeza y luego vi que era absurdo porque con 40 canciones hemos ido a ese número de páginas. Tuve que dejar muchas fuera. La selección es complicada e iban entrando y saliendo canciones según iba escribiendo», añade.
Pero que nadie piense que es un estudio sesudo e hiperserio. No. Velasco, polifacético al máximo, saca su perfil de periodista de formación y monologuista más de una y más de dos veces. Y cuela muchísimos guiños autobiográficos, desde el bullying que sufrió de niño a su crecimiento personal y profesional, siempre intentando sacar una sonrisa.
«No es un diccionario de canciones sobre fútbol. Está bastante meditado un equilibrio buscado entre textos periodísticos, personales y humorísticos. Al principio me daba mucho pudor y no sabía si entrar o no, pero al final decidí que sí, porque creo que una infancia de un tipo de 40 años que vive en Madrid y que procede de un pueblo en Castilla y León es muy parecida a la de mucha gente que puede leer el libro», cuenta.
No es el Ulises de Joyce, pero sí una experiencia de vida, incluyendo su actual condición de guionista en series de televisión y programas de radio. «Todas las profesiones a las que me he dedicado al final se resumen en contar historias», apunta. Sus gustos personales acaban apareciendo, de Los Planetas a Blur, de Joaquín Sabina al flamenqueo. Las previsibles (el Waka Waka de Shakira y demás himnos oficiales y extraoficiales a lo You’ll never walk alone liverpooliano) aparecen ,pero abundan las frikadas: el mítico rockero sevillano Silvio, Leonardo Dantés, Antonio Ozores, Lehendakaris Muertos…
«Partimos de la base de que mucha gente, mucha gente más en otros países, va a los estadios a cantar. España no es un país muy cantarín en cuanto a los estadios, como sí que es Inglaterra o lo es Argentina. Los propios estadios tienen música, los propios clubes tienen música, hay mucha música que habla de jugadores. Aquí no pasa, no sé si por nuestro carácter o porque somos un país muy de clubes», considera. Aun así, su selección de canciones es básicamente en castellano.
¿Y si le dan a elegir entre música y fútbol, un poco como a Los Chunguitos? «Con todo el dolor de mi corazón me tendría que cargar el fútbol, porque como decía una campaña de Los 40, es imposible vivir sin música, ¿no? Imagínate qué rollo todo», responde.
Velasco cuenta una intrahistoria de cómo creó el libro. «Lo escribí en menos de tres meses, porque fue cuando tuve la baja por ansiedad de estrés. Trabajaba en Todo es Mentira como coordinador de guión. No fue al día siguiente, me tomé como unos cinco o diez días de descanso y a partir de ahí me lo tomé como un curro y estuve ocho horas todos los días dándole caña. Me hacía más o menos tres canciones por semana. Empecé en abril y en julio ya estaba escrito. Y en agosto, un mes para reescribir y corregir. Tenía que recuperarme porque si me aburría me iba para abajo más todavía. Esto e ir al gimnasio me tuvieron entretenido».
De momento, está funcionando bastante bien. La primera edición, de unos mil ejemplares, se agotó rápidamente. Para su próximo libro ya tiene algo en la cabeza: la televisión en España (otro de los temas que surgen en Penalti Pop, por cierto, con referencias a la aparición de las privadas). «La televisión tiene mucho de la sociología de la España. Seguramente tire por algo parecido. A lo mejor coger 30 programas y hablar de ellos», aventura.