Análisis táctico

El Barça de Xavi se ha enriquecido y a la vez debilitado

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Militao y Romeu (Foto: Cordon Press)

Las pretemporadas son lo que eran solo en parte, tanto para el profesional del fútbol como para el espectador. Incluso en todo un Barça, antes de los procesos de globalización, el Bruins Slot de turno tenía que trasladarse a lugares entonces tan exóticos como Francia para anotar que Bravo era un futbolista «agresivo por su temperamento español» o hasta que Weah tenía la zurda «solamente para andar». Y era directamente imposible conocerlos para el aficionado. Los maduros del lugar recuerdan la impresión causada a España por el desconocido Ronaldo precisamente en una pretemporada en Montjuic, donde jugará el Barça este curso, aquel agosto de 1996.

Hoy no hay fichajes que a uno le sean extraños. Sobre todo si se trata de grandes equipos, como el Barça, los jugadores del mundo están analizados individualmente, pasados por el big data y vueltos a analizar de manera grupal. Xavi sabe qué aportará Gundogan y también cualquiera podía prever que Julián Araujo acabaría cedido antes de llegar a vestirse de azulgrana. Las características y el nivel de cada fichaje están a la vista, a la sola espera de que alcance el estado físico adecuado para rendir. Sólo un entrenador confundido de intensidad podría descartar al contratado Pjanic para poner a un Moriba. Y no parece el caso de Xavi.

Fermín López y los canteranos en pretemporada

A propósito de Ilaix Moriba, en equipos como el Barça actual, únicamente algún canterano puede descollar en pretemporada. Ha pasado en esta gira norteamericana con Fermín López, como otras pasase con Messi o Gio Dos Santos. Fermín ingresó, asistió con la derecha y marcó con la izquierda frente al Madrid. Luego fue titular contra el Milancomo interior izquierdo. Incidencia que no sucedió con Casadó, Valle, Garrido o Faye, canteranos con presencia testimonial. Y algo más con Lamine Yamal, la nueva esperanza de la Masía que dio buenos minutos ante el Milan.

Entonces destaca Fermín y llega la ilusión de lo sorprendente. Estado que aumenta Pedri con sus palabras a La Vanguardia: «Fermín me sorprendió muchísimo. Más allá de su calidad y talento, tiene muchas ganas de comerse el mundo». Y hasta Xavi queda impactado. Sin embargo, suele ser un efecto momentáneo, por desgracia. Nadie es Messi y rara vez el Barça tiene una plantilla tan mediocre como la que tuvo Koeman. Las circunstancias mandan.

Lo natural es que durante el curso la participación del joven proyecto sea complicada, debido al nivel y los objetivos de un club de tal dimensión. El Barça ha de ganar títulos cada año y para eso necesita alinear los mejores futbolistas, impacientemente. Fermín encontrará la competencia de Gundogan, Pedri, De Jong, Gavi, Sergi Roberto y hasta Ansu o Ferran, si Xavi acaba por verlo como atacante.

Accidentes positivos al margen, los amistosos del verano, por tanto, sobre todo sirven al entrenador para buscar la complementariedad entre los fichajes y sus nuevos compañeros. Las afinidades personales bajo la lógica del juego. Aunque tampoco parece poco, puesto que de eso va el fútbol, finalmente. Y sirven al espectador para ver las intenciones que el técnico tiene para su nuevo grupo.

Un Barça de nuevo aspirante sólo a la Liga

De lo mostrado por los de Xavi en la Soccer Champions Tour se puede extraer que, de cara a la campaña 23/24, el Barça se ha enriquecido y a la vez debilitado. Suena raro pero es posible. Si bien el equipo gana variantes tácticas desde el fichaje de Gundogan, pierde nivel en su planteamiento ideal debido a las salidas de Busquets y Dembélé. No obstante, una cosa puede compensar la otra para que el rendimiento del equipo no diste mucho del de la temporada anterior, como se explicará en los siguientes apartados.

Rapinha y Gundogan (Foto: Cordon Press)

A priori, las aspiraciones del Barça mantienen los parámetros. Cierra la gira por Estados Unidos habiendo perdió contra el Arsenal (5-3) y ganado al Madrid (3-0) y al Milan (1-0). Cabe apuntar que el resultado contra los de Ancelotti fue abultado, puesto que los de la capital chutaron cinco balones a los postes. Explica Xavi que «el Madrid ha tenido muchísimas ocasiones. Tiene una plantilla mucho más amplia que la nuestra, con muchos centrocampistas». Es cierto, pero también tiene carencias en el ataque que no lo hacen inexpugnable. En lo referente al juego, todos los partidos del tour han estado igualados y el resultado pudo caer de uno u otro lado.

Los de Xavi han de sudar para estar a la altura de rivales entidad, misma dinámica que la temporada previa. Es para lo que da su nivel. A veces ganar y otras perder contra un Arsenal o un Inter, porque los tiempos de exuberancia azulgrana pasaron definitivamente. Todo es cuestión de futbolistas y ya no están Messi y compañía. Hace unos meses fueron eliminados de la Champions por el Bayern y el Inter y de la Europa League, por el United. A la vez que consiguieron empatarles partidos y vencer algunos al Madrid. «Hemos competido mejor que el año pasado», concluyó entonces Xavi. Una realidad, la de competir, que sobre todo pudo mostrarse en el ámbito doméstico.

No sin mérito, el Barça ganó la Liga 22/23 porque hizo exactamente lo que su plantilla tenía capacidad para hacer. Ganaron a cada rival que tenía peor alineación titular y plantilla, a menudo por la mínima. Casos destacados de Atleti, Real, Betis o Villarreal, los otros clasificados para Europa. Mientras, un Madrid con la rotación limitada descuidaba la competición en favor de la Champions. Solo hubo relajación culé al final, con la Liga encarrilada. En un torneo que premia la regularidad, conseguir eso es garantía. Y sacar el máximo rendimiento posible, acorde al nivel del equipo, ha de considerarse un gran trabajo de la plantilla y del cuerpo técnico.

Si no llega al menos un refuerzo de verdadera relevancia ofensiva, este curso el objetivo del Barça será el mismo. Xavi lo sabe, ya que en el fondo es un técnico la mar de realista, aunque a veces use la retórica del modelo para justificar la confianza de Laporta puesta en él. «Necesitamos reforzarnos para competir en Europa», dice claramente.

Al equipo han llegado Íñigo Martínez, que será suplente de Christensen en una gran zaga. Y Romeu, buen relevo de Busquets, especialista del pivote y algo más joven, aunque peor futbolista. También se ha recuperado a Abde, un extremo que ha de madurar, para paliar la baja de Dembélé. Son jugadores de plantilla.

El único que mejora la alineación titular es Gundogan, pero con las bajas el nivel se espera insuficiente para enfrentar a equipos potentes y maduros como City o Bayern en torneos eliminatorios a ida y vuelta.

Dembélé merma el equipo

El problema del Barça es su crisis económica y que por la venta de Dembélé apenas ingresará, debido a particularidades en su cláusula, por lo que no podrá reforzarse a la altura de las circunstancias. «Para mí, es un jugador muy, muy diferencial». Como dice Xavi, se pierde nivel sin el francés.

Ferrán Torres (Foto: Cordon Press)

Dembélé llegó en 2017 para cubrir el vacío de Neymar. Ha estado seis temporadas en el Barça y no lo ha logrado. Cada una de ellas tuvo lesiones que le impidieron tener continuidad. Se va al PSG aún con 25 años y dejará otros tantos millones. El entorno siempre le fue contrario, debido a su indolente personalidad, al mediocre rendimiento y a su mensaje de amor contra el club cuando lo forzaban a renovar. Seguramente Dembélé no sea el Henry que Xavi ve en él, pero tampoco es el Faubert que, inmersos en un juicio pasional, los culés le consideran.

Xavi asegura que sin Dembélé no se puede aspirar a la Champions, el objetivo marcado antes de su inesperada marcha. «Creo que Lamine nos puede ayudar. Rafa [Raphinha], es su posición natural. Ferran también puede jugar ahí. A partir de eso, creo que tenemos que reforzarnos igualmente», expone sobre los recambios.

Para un equipo que apuesta por jugar con un extremo posicional el desborde es imprescindible. Capellas, otro preparador de la Masía que tuviera a Dembélé ya en el BVB, dice en Jijantes que «en su posición, es difícil encontrar jugadores con la calidad desequilibrante de Dembélé. No hay otro extremo como él en el mercado».

El Barça no tiene liquidez para firmar alguien de las prestaciones de Dembélé cuando está sano. Aun con los defectos que le impiden ser un gran futbolista, las tácticas defensivas rivales le sufren. «No te gana la Champions, pero te gana partidos», dice Capellas. La Champions te la ganan los Ter Stegen, Araujo, Pedri, Gundogan o Lewandowski, pero con la ayuda individual de Dembélé.

La plantilla se queda con Raphinha como titular y Abde como suplente, en un primer momento. Raphinha es un correcto delantero. El brasileño se muestra más implicado que Dembélé en labores defensivas, algo importante para ejercer la presión que ha caracterizado al Barça de Xavi. Su zurda es potente y precisa, apta para centrar. También traza desmarques de ruptura muy útiles para equipos que, como el Barça, pretenden elaborar un juego de posesión. Pero Raphinha carece de todo desequilibrio, esa cualidad tan preciada contra el tacticismo y el academicismo actuales. Por su parte, Abde ostenta descaro y regate, pero su juego es errático y el desenlace de las jugadas, en asistencia o en chut, aún no tiene el nivel que exige el Barça. Es otro futbolista que apenas sale de la adolescencia.

Finalmente, el uso de las alternativas de un inoperante Ferran como extremo y de Yamal, jugador de 16 años, opciones que apuntaba Xavi en su declaración, es más que cuestionable.

El gol como objetivo del fútbol

Entre Raphinha y Abde se jugarán el extremo derecho. Este puesto parece innegociable para Xavi, puesto que es tradición del club. Máxime cuando de momento no ha conseguido reforzar un lateral que, con Dest en el mercado, carece de especialista, siendo Koundé y Araujo centrales reconvertidos. De jugar con sólo dos delanteros, al Barça le costará ver portería.

Ter Stegen y Lewandowski (Foto: Cordon Press)

Esta faceta también mengua sin Dembélé. Durante sus seis temporadas, el ambidextro no pudo sumar diez goles en ninguna Liga, pero tampoco alcanzó las veinte titularidades a causa de las lesiones. Jugó la 22/23 también mermado y aun así su porcentaje superó al de Raphinha, quien acumuló un 50% de presencias más en el XI. Ambos consiguieron las mismas asistencias, siete.

Desde el centro del campo, Pedri y Gundogan pueden aportar cifras decentes, pero no están para ello, ni anotar es su virtud. Tampoco Gavi ha asegurado goles, con sólo dos en la Liga pasada siendo el segundo jugador de campo con más minutos, en funciones de llegador.

Así las cosas, la fiabilidad sólo la ofrece Lewandowski. Los 23 domésticos recién firmados pueden quedarse cortos esta campaña. Y ahí es donde entran Gundogan, quien puede mejorarlo todo estructuralmente.

Gundogan para equilibrar las bajas y Romeu para ayudarlo

Xavi empezó la temporada pasada formando equipos de tres delanteros, bien con dos extremos o bien con un mediapunta. El 4-3-3 en el Barça es cultural desde tiempos de Cruyff y el técnico de Terrassa trata de respetarlo. Pero pronto tuvo que rectificar debido a las dificultades contra equipos importantes. Encontró entonces el sistema ideal con cuatro centrocampistas. Goleó al Madrid en la final de la Supercopa y así se estableció. La explicación es simple: el Barça no tenía un volante de calidad suficiente para acompañar a Busquets, ya limitado por la edad, y Pedri.

De Jong, Gavi y Kessié no dan para imponer el modelo combinativo con un triángulo ante rivales de enjundia. Sumar un cuarto medio permitió ganar control de los partidos, mejorando el equipo. Sin embargo, se perdió capacidad goleadora.

Once ideal del Barça para esta temporada en 4-3-3

La llegada de Gundogan cambia la situación. Aun con Romeu por Busquets, la unión de Pedri y el teutón promete ser suficiente para mirar a los ojos de cualquier adversario. Gundogan fue de los mejores del reciente campeón de la Champions, un City dirigido por Guardiola. Con ese dato, no hace falta profundizar en sus aptitudes para saber de qué futbolista se está hablando. Y Pedri, por su parte, es uno de los cracks del presente y del futuro.

La tercera pata, única de la que se podría dudar, es Romeu. Sin disponer de la capacidad para girar el juego que caracterizó a Busquets, el criado en la Masía es impecable tácticamente y con ello minimiza sus carencias. Es la inteligencia futbolística encarnada. Conoce las labores propias y del puesto, y ejecuta en consecuencia. «La de pivote es una posición en la que un error es prácticamente gol. Tienes que (…) balancear. Sólo Busquets (…) no hay otro pivote capaz de pisar el balón para escaparse de una marca», explicó en El País. Su toma de decisiones es inmejorable. En fase defensiva, gana prácticamente cada disputa. Además, como dijo Míchel cuando lo dirigía, «tiene personalidad y talante. Es un líder. Con él hemos dado un salto de calidad muy grande». Sin ser referencial para todo un Barça, Romeu sí es ese futbolista notable del que habla Míchel. Por eso ha sido el más regular de una pretemporada donde siempre apareció como titular. Xavi puede permitiese triangularlo con Gundogan y Pedri.

El Barça jugó dos de los tres partidos de la girar en 4-3-3. Para matizar la recuperada propuesta, adecuándola a las características de los futbolistas, el amante de lo posicional Xavi ha dado más libertad de obra a los interiores, a fin de que puedan auxiliar en la salida a Romeu, huérfano de De Jong como doble pivote. Se aprecia así algo similar a lo que mostraba el equipo hace casi dos décadas con Deco y Xavi cuando de pivote jugaban Márquez o Edmilson, dirigidos por Rijkaard. Un mecanismo natural que se convirtió en menos necesario una vez el centro del campo pasó a Busquets, Xavi e Iniesta, ya en el Barça de Guardiola.

Jugar con ese sistema permite tener un segundo punto de gol claro, más adecuado si cabe por la salida de Dembélé y los casos de Raphinha o Abde, pero igual de necesario para todo gran equipo. Porque cabe recordar, ya que se ha hablado de historia, que para que jugasen Pedro o Cuenca en el 4-3-3 también tenían que juntarse dos como Messie Ibrahimovic, Henry, Villa o Alexis. O antes, que Giuly era tan válido para el Barça porque también se tenía en el campo a Eto’o y Ronaldinho.

En síntesis, la pretemporada ha revelado que Gundogan es la clave del nuevo Barça que imagina Xavi. Y en el 4-3-3 que el alemán permite, la esperanza ofensiva vuelve a ser recuperar a Ansu Fati. O a Ferran en su defecto.

Ansu como segundo goleador

Nadie ajeno al club sabe con certeza si Ansu logró superar sus problemas físicos o si estos le afectarán de por vida. Sin embargo, Xavi sigue dándole minutos desde el banquillo y el canterano los cubre con goles. Ansu no muestra la frescura con la que irrumpió en 2019, pero aún es quien más goles hace después de Lewandowski. Y a menudo son decisivos. Tiene la ambicionada virtud del gol. Esta pretemporada ingresó ante el Milan e hizo el 1-0, un golazo con su sello. Además, se le vio rápido y seguro, de ahí la esperanza.

Con Romeu, Gundogan y Pedri en el centro del campo, sumada la ausencia de Dembélé, Xavi apunta a confiar titularidades a Ansu. Partirá como mediapunta izquierdo, que es su mejor zona. Las complementariedades del equipo se ven beneficiadas por su ingreso, puesto que Balde es el mejor lateral zurdo del equipo. Contra Arsenal y Milan Xavi probó jugar con Raphinha y Abde, dos extremos natos, por ello el elegido atrás fue Alonso. Pero, a la hora de la verdad, el Barça no está en disposición de despreciar la influencia ofensiva de Balde, como bien sabe el técnico catalán.

Yamal Lamine (Foto: Cordon Press)

Explica Pedri en La Vanguardia: «no cambiaremos el 4-3-3, pero a nivel ofensivo hay alguna modificación, con 3-4-3 en ataque. Es de las fórmulas que más nos gusta. Tenemos mucha superioridad por dentro y eso es muy beneficioso porque nos ayuda a controlar el balón y estar más compactos atrás». Se refiere al rol de Balde.

Cuando el canterano juega, es zaguero sólo en fase defensiva, siendo mediocampista en la ofensiva y hasta delantero en el desenlace de las jugadas. Aunque necesite mejorar el centro o la asistencia, sus potentes y técnicas subidas son un activo fundamental. Tiene 19 años y, como sucedió con Pedri, es de esos raros casos que ya están cerca de consagrarse.

Con Ansu y Balde, el 4-3-3 engrana. El nacido en Guinea-Bisau tiende a centrarse para buscar portería o incluso combinar. Queda con ello vacío el costado que Balde explota, imprevisible para el oponente. Así funcionaron en la segunda parte contra el Milan, y tantas otras veces.

Recuperar también a Ferran o aprovechar a Gavi y Fermín

Además, la figura del mediapunta izquierdo tiene otros inquilinos en la plantilla. Ferran parece dispuesto a recuperarse de su mal curso. «En el tema mental estoy hecho un toro. Nadie va a poder conmigo. El año pasado tuve muy mala suerte con la lesión en el pie pero quiero demostrar que soy un jugador muy bueno. Sé que aún no lo he podido hacer. Aunque cuando llegué, en algo ayudé para que el equipo se acabara clasificando en la Champions. Tuve partidos muy buenos», sentenció ante la prensa.

Las inmediaciones siniestras del área son la mejor zona de Ferran. Esta pretemporada ha hecho gol en dos partidos, partiendo como delantero centro pero aprovechando su movilidad e instinto a lo largo y ancho del área.

Alineación del Barça en su partido de pretemporada contra el Real Madrid.

Un puesto que también puede aprovechar Gavi, en su papel de mediocampista ofensivo. Será cuando Xavi opte por alinear a cuatro centrocampistas, algo que sucederá. Aún sin el lesionado Gavi, contra el Madrid lo hizo para contrarrestarle el plan, ya que Ancelotti dispone un 4-4-2 con un rombo de calidad. Xavi pensó que no lograrían imponer su juego, «de posesión larga, de no perderla y atacar espacios», sin igualarlos en número. Salió bien porque nunca conviene desatender las fortalezas del rival.

Por último, está el propio Fermín López. Pese a que Xavi parece verlo como volante, el canterano ofrece intensidad, empuje, movilidad, rupturas, asistencias y goles, más que labor asociativa. Hizo 12 tantos y cuatro asistencias en su reciente cesión al Linares, equipo de 1aRFEF. Y quién sabe si ha vuelto para quedarse.

Así llega al Gamper y a la temporada el nuevo Barça de Xavi.

 

4 Comments

  1. capitan_jj

    Dembele centrado y sano es un extremo imparable, de los mejores de Europa. No entiendo que el autor considere que «no gana Champions» pero Pedri sí??? tanta adulación y ganas de ver a un nuevo Iniesta antes de que demuestre algo no puede ser sano. Tiene mucha calidad pero pensando en jugadores canarios, en mi opinión está por debajo de Silva y Valerón.

  2. Sigo en el barco de FERRAN TORRES .

  3. Al que habla de Dembelé le remito a la realidad: Tiene grandes condiciones pero de casi 24.000 minutos (en Liga) que suman las temporadas que ha estado en el Barcelona ha jugado 7.000 minutos pelados. Establézcase ahora la relación calidad/precio del jugador y recuérdese el año y medio de desestabilización cortesía suya y de su agente que se pasaron todo ese tiempo pendientes de la situación de un tercero en el PSG buscando la mejor manera de comisionar. Gracias a Dios Xavi consiguió revalorizarlo lo suficiente para recuperar 35 millones de uno de los peores fichajes de la historia del club. Da igual lo bonito que quede en los highlights, Ricardo Quaresma también daba para tres minutos espectaculares en youtube.

    Pedri es un futbolista extraordinario con su edad, la mejor demostración de ello es ver cuánto echa de menos el fútbol del equipo su presencia cuando no puede estar. Seguramente de vestir otro uniforme no se le ningunearía todavía… como se ninguneó en su momento a Iniesta o al propio Xavi, al que hasta levantar la Copa del Mundo se le ponía en no pocas ocasiones por debajo de Guti (para alucinar).

  4. FRANCISCO MARTÍN

    Hola amigo Javi:
    Desde hace años, el 99% de los días cuando llego a casa tras el trabajo clico en Google en nombre de Isco para saber como le va. Sobre todo cuando empezó a ser relegado.
    Al igual que su abuelo yo me identifico con Isco, escribo 22 en mi ropa de trabajo, pero también con Pedri, que también ya empieza a arrastrar una cruz, en este caso de lesiones.
    Ambos son genios creadores, ambos españoles, únicos e irrepetibles, como Indurain.
    Pedri sufre sobreesfuerzo, Isco bullying del más elevado y sofisticado nivel.
    Pero estoy muy de acuerdo con usted pero se ha quedado en la puerta de entrada del problema.
    Si es cierto, en mi opinión, que sus problemas los ha ido superando con esa transigencia infinita similar a la de su abuelo, pero no ha tocado el tema de la selección. El dice que no le obsesiona; ya sabría que no iría por el comentario del beso abusador de poder. y mientras se la guardan me vuelvo a quedar sin su fútbol más elevado.
    En España no puede existir ningún crack, enseguida los mediocres pendencieros lo tildan de divo. Desde que Del Bosque sentó a Xavi Hernández aprendí a medir las estrellas futbolísticas en función de la estela de retratados que dejaba en su carrera. Los perdonados por Isco son muchos, casi tantos como los retratados. De la Fuente, el último abonado.
    Como decía José Mota, ahí lo dejo, yo soy albañil; pero ha sido un placer comunicarme con usted, pues decir Isco hace unos meses era motivo de guasa-bronca en el bar durante el café.

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