En el minuto 73’, con el juego parado, Vinicius se fue directo a uno de los fondos mientras señalaba con el dedo y exclamaba: «Has sido tú, has sido tú». La policía intervino y expulsó al aficionado, al que acompañaron cuatro amigotes por solidaridad. Minutos más tarde sonó por megafonía un mensaje pidiendo calma, mensaje que fue silbado mayoritariamente por la afición mientras coreaban «tonto», o al menos eso parecía. Ancelotti aseguró después que a Vinicius le estaban llamando «mono». No fue el único. Courtois y Lucas Vázquez afirmaron haberlo escuchado también.
El jaleo es gigantesco, los hechos gravísimos y esto no ha hecho más que empezar. Por una parte, el precedente se ha sembrado y es histórico. Un jugador ha dicho basta, ha señalado directamente a quien le había insultado y las fuerzas de seguridad han actuado expulsándolo del recinto. Es la primera vez. Ahora sólo falta que no se quede solo. Que no sea él el único que apunta al racismo y que no se mezclen churras con merinas. Porque aquí no se trata de si Vinicius debería llevarse el premio al juego limpio porque es evidente que no: fue expulsado justamente en el tiempo de descuento por darle un manotazo a Hugo Duro y se marchó al vestuario diciendo a la afición «a Segunda». El gesto es absolutamente lamentable y, como ya se publicó aquí hace solo dos semanas, el brasileño es un futbolista sensacional incapaz de controlar sus emociones y que se equivoca con regularidad.
El gesto y la expulsión de Vinicius tendrán un efecto dañino: se confundirá un comportamiento antideportivo, reprobable sin medias tintas, con la justificación de un insulto racista. Ojalá me equivoque, estoy deseando que así sea, pero nos esperan días donde el debate se centrará en si Vinicius es un provocador. Incluso en el supuesto de que lo sea, no es tolerable el racismo y, por si sirve de algo, sólo un detalle: le expulsaron después y nadie «se gana» que le insulten por el color de su piel.
«Lo que ha pasado es un estadio ha gritado ‘mono’ a un futbolista. Él no quería continuar y le dije ‘tú no eres el culpable, eres la víctima’. Estoy muy triste, tenemos un problema y la única manera era parar el partido», aseguró un Carlo Ancelotti que una vez terminado el encuentro no quería hablar de fútbol y que insistió en que los insultos racistas fueron generalizados: «No era una persona que se ha vuelto loca, era todo el estadio». Thibaut Courtois señaló además que había escuchado como le hacían la onomatopeya del mono, algo que Lucas Vázquez refrendó.
Que después de que Vinicius señalara al aficionado y que por los altavoces pidieran tranquilidad el resto del estadio coreara, en el mejor de los casos, «tonto», también nos retrata. La adhesión, la hermandad es para el que insulta y no para quien lo denuncia. Y ojalá que sólo fuera un aficionado, ojalá que fuera aislado, ojalá que no le hubiera acompañado nadie y ojalá que los demás que allí estaban hubieran aplaudido el mensaje de megafonía.
Es imposible debatir sobre el racismo en estas condiciones, con estas pulsaciones y en medio de esta crispación. Y, como resume la activista y comunicadora Desireé Bela-Lobedde en su libro Ser mujer negra en España: «En esencia, la fragilidad blanca implica que, cuando a una persona blanca le señalan una conducta racista, esta se siente incómoda. Y, para reparar esa incomodidad, la persona a la que se la ha señalado va a desarrollar una serie de conductas (rabia, enfado, llanto, etc) que le permitan volver a recuperar su posición cómoda en la conversación sobre racismo. Las conversaciones sobre racismo, en mi opinión, tienen que incomodar a las personas blancas. Y punto. Es así. Y las personas blancas deben aprender a gestionar esa incomodidad».
Pingback: Hay que proteger a Vinicius... sobre todo de sí mismo
Es verdaderamente reprobable lo de los insultos racistas, en este caso a a Vinicius, pero ¿y el resto de insultos a determinados futbolistas?. Por ejemplo: ¿cuantas veces se gritó maricón a Cristiano Ronaldo?.
En general no entiendo los insultos a deportistas, salvo que malo eres, no sabes jugar y demás, pero ¿hijo de puta?. ¿Da la entrada y el anonimato de la grada derecho a ese tipo de insultos?
Cuando Eric Cantona soltó una patada a un aficionado que le acababa de insultar, le cayó una sanción fortísima pero no recuerdo leer ningún comentario censurando la actitud del espectador.
En el caso de Cantona hay que recordar que no había tantas cámaras y al no haber RRSS, no nos enterábamos de que lo decía todo el mundo. Hace poco vi un reportaje televisivo sobre el evento y Cantona decía algo así como que el tipo del público le dedicó alguna frase xenófoba, incluso nazi, y que su abuelo no había ido a la Segunda Guerra Mundial a combatir el fascismo y a morir por otros europeos para que otro europeo le gritara a él «extranjero de mierda, vete a tu país». Lo que quiero decir es que hoy en día seguramente este tema sería el debate. Entones simplemente no lo hubo, porque lo que vimos y leímos todo fuer un incidente sobre un tipo que le pegó a otro, y ocurrió que uno de ellos era deportista y el otro pagó por verlo. Cambian los tiempos, cambian las sensibilidades (no siempre para mal) y lo que antes se hacía ahora no o al revés, lo que antes era importante ahora no lo es, o al revés. En algunas es para peor, en otras para mejor. Y hay quien no quiere enterarse y quedarse siempre como estuvo.
El aficionado en cuestión tuvo una sanción por la que no podía entrar al campo, fue expulsado de su trabajo y la prensa británica lo investigó y sacó a la luz su pertenencia a grupos fascistas.
Pagó con creces su comportamiento.
Gemma, eres la primera culpable de esta situación. Acusando a Vini de provocar en varios de tus artículos, en una vergonzante actitud equidistante que ahora te explota en la cara.
El mundo del fútbol alucina con el racismo en España,y aún más, con la tolerancia de medios y competición. Este articulito quizá te deje dormir tranquila, pero en el fondo sabes que no has hecho tu trabajo.
Yo ya lo avisé.
Buenas noches
Que casualidad que vinicius nunca «provoca» ni se «equivoca» en europa.
El antimadridismo justifica cualquier cosa
«Vinicius y el debate sobre el periodismos español que no vamos a tener»
El jugador de fútbol Vinicius Junior es sistemáticamente acosado cada fin de semana que el Real Madrid juega fuera de su campo en LaLiga.
Desde diciembre, se han sucedido los ataques, curiosamente sólo en España (nunca en Champions), mientras la prensa lo justifica culpabilizando a la víctima, a la que acusa de provocar.
Es un caso claro de bullying. Y Gemma, al igual que gran parte de la prensa española, es parte esencial en este acoso.
El chaval sufre insultos (racistas y no racistas) desde que se baja del bus, en España Todo el mundo sabe que pegarle sale gratis. Y cuando alguien se atreve a decir algo (Ancelotti, Vini) los bullies se hacen las vírgenes ofendidas. Además, no respondas, que provocas.
Gemma, los periodistas españoles estais mostrando ser, en su mayoría, unos racista sutil y unos matones de patio de colegio. No los «bullies» principal, claro que no, sois demasiados cobardes para eso; los Maffeo, Alejo, Paulista, y los hinchas de Atlético, Valencia, Mallorca, Valladolid insultan y pegan, ejerciendo el acoso; vosotros lo justificais y lo haceis posible mientras Tebas contesta al chaval (de 22 años) en Twitter como si estuviera en el bar.
La prensa internacional alucina. Y con razón, porque es vergonzoso.
Gemma hay que ser profesional y contarlo todo, por que puede ser que alguien no haya visto las imágenes. «Vinicius fue expulsado pro dar una manotazo a Hugo Duro». Cualquiera que lea esta línea, así a pelo, puede pensar que Vinicius le atizó a Hugo así porque sí. Porque pasaba por allí. El hecho de que lo tuviera agarrada por el pescuezo, estilo mataleón, debe ser irrelevante para la articulista. Y ara le árbrito. Y para los del VAR.
Lo mismo que el hecho que motivó la tangana fue que el portero, deliberadamente fue a increpar a Vinicius, porque Rudiger le había arrebatado a un jugador del Valencia el balón que retenía y no dejaba sacar un corner.
Es sintomático que Vinicius haya jugado toda la Champions sin un solo incidente y tenga lío en cada campo en España. Es algo que deja en un lugar muy, pero muy delicado, a sus «compañeros» de profesión en la Liga. Y al idiota de Tebas de paso.
Y no sigáis con la milonga de los hechos aislados. Hay un video de decenas, cientos de personas llamándole mono cuando se está bajando del autobús. Supongo que nos serán aficionados del Valencia, si no gente que pasaba por allí y se fue a su casa después de recordarle que es un simio, no como los blancos, si no menos evolucionado.
Hay una campaña orquestada de acoso a un chaval muy joven. Le están llevando al límite deliberadamente. Y los que deberían poner coto a esto miran para otro lado.
Hace cuarenta años ya se llamaba indios a los jugadores latinoamericanos. Poco hemos avanzado desde entonces , pero lo cierto es que las multitudes que te arropan hacen inmune al provocador que siente amparado por la masa e incluso consigue contagiar al resto. Al menos Vinicius es uno, un chico inmaduro e inconsciente con instintos primarios que sus adversarios explotan con sadismo, porque hay mucho que ganar si consigues descentrarlo. Necesita ayuda psicológica inmediata ya.
https://suicidasperezosos.blogspot.com/
Lean, lean, lo que debería ser el periodismo: una crítica valiente de la realidad contada de forma bella.
https://www.lagalerna.com/vinicius-y-el-ejercito-de-las-almas-bellas/
Vaya. Más cursi no se puede escribir, coño. Literariamente una mierda.
Hombre, la exquisitez literaria, de la que presume esta revista y que tú tanto aprecias, no es que se vea fielmente reflejada en este artículo tan deficiente (esto es lo que pasa cuando se abre la mano y las páginas para dar voz a quien no tiene más que carraspeos; no hay tanto mago de la escrita por ahí suelto aunque sí mucho sobaco ilustrado aspirando a manchar folios en la prensa de «prestigio»). En todo caso, la forma no es lo que más duele al leer, es en el fondo donde ambos artículos divergen de manera evidente: uno pone rumbo hacia la luz blanca y este sigue divagando entre tinieblas. Que vaya hacia la luz entre nubes de algodón de azúcar no desmerece para nada los argumentos que expone. Se agradece esa franqueza, evidente en un blog tan partidista como La galerna, aunque no es sinónimo de buen tino; como ejemplo destacado, véase este magnífico artículo de opinión del prócer Gerard López (lo mejor: «No nos centremos en los insultos racistas, que son condenables». Esta persona no tendría que tener acceso a un medio con tanta repercusión).
https://www.sport.es/es/noticias/opinion/madrid-problema-vinicius-solucion-87715935
No se puede decir mejor.
No es nada personal contra Gemma Herrero; es la defensa encarnizada y desesperada del último reducto cultural que quedaba en la podredumbre del periodismo español, que ha penetrado las murallas de JotDown como los orcos en el abismo de Helm
Sí, el «imparcial» tuitero Fantantonio, que se define como «anarcomadridista». Brillante.
Nada nuevo bajo el sol, las pocilgas de toda la vida, Mestalla, Calderón, Villamarín, los campos del Español… Javier Tebas un militante de extrema derecha es el juez de esta situación, ahora España se avergüenza del ascazo que damos por el mundo? Poco nos pasa, ah y no olvideis que Brasil ya era un país comolicado con nuestea visa, ahora mejor no vayas
Es verdad lo que dice, además en el Bernabéu nunca se oyó eso de «Messi subnormal» o lo de «Luis Enrique tu padre es Amunike» o lo de » Puta Barça , puta Cataluña».
Por cierto sería interesante que el embajador de Brasil en España nos dijera la proporción de ministros negros o mestizos que ha habido en sus diferentes gobiernos y compararlos con la población de color (50%), quizá, solo quizá ,aparecería cierta diferencia.
Llamen a la buambulancia para los seguidores madridistas, es club «señor» (nombre que nadie les puso, ya se lo arrogaron ellos) que durante décadas se dedicaron a robar partidos con la connivencia de los árbitros a los equipos pequeños y medianos y FINANCIABA y les daba todo tipo de cobertura (espacio, viajes, etc) a una organización RACISTA, HOMÓFOBA Y FILONAZI como UltraSur con un elemento como el inefable Ochaíta a la cabeza. Esta es la afición y este es el club que se lleva las manos a la cabeza ahora cuando cada recibimiento en su campo era un caleidoscopio de insultos referidos a cualquier cuestión: raza, homosexualidad, etc. Como si no los conociéramos. Ahora, con un equipo mediocre, sin ayudas arbitrales y arrastrándose por Liga y demás competiciones, donde son apalizados por el City de Guardiola o a 14 puntos desde hace jornadas de un líder que hace tiempo que se fue de vacaciones hay que esconder esa pobreza futbolísticas en mil excusas de perdedor: la liga está devualuada y es una mierda, la copa del rey lo mismo (bueno, este año no, pero el resto sí), la Champions lo mismo si me eliminan… Y esos se encargan ahora de señalar a otros clubes como racistas, cuando son ellos el summum del paletismo y del racismo. Con jugadores como Carvajal, que llamaba «puto mono de mierda» a un jugador del Levante, jugando el otro día en Mestalla y haciéndose el indignado.
No hay racismo generalizado. Hay cuatro idiotas que se agarran a eso para sacar de quicio a un jugador psicólogicanente inestable y por madurar como Vinicius pues es cierto. Lo mismo que si fuera bajito le llamarían enano de circo o lo que fuese. Se agarran a una característica física porque no les da para más, no estamos hablando de lo más granado de la sociedad. El VCF ya los ha expulsado de por vida. El resto del público estuvo más acertado en el diagnóstico y en el campo, y posteriormente como vi en casa, le gritaron un tonto como una catedral, que lo es.
Es conveniente que ciertas aficiones intenten ver la viga en el propio ojo antes que la paja en el ajeno.
Respecto a Vini le queda mucho por madurar y bregarse, tarea que con 22 años debería estar más avanzada, y centrarse en su fútbol. No puede ser que se dedique a provocar, no soporte la mínima provocación y desaparezca del mapa, dejando a su equipo con un jugador menos. Clarificante es ver cómo compañeros, entrenador e incluso rivales lo tienen que tratar como tratamos a nuestros hijos pequeños.
Mal, muy mal están los insultos racistas, pero siempre ha habido, como los homófobos (Guardiola, Guti, Cristiano), los que apelan a la novia/mujer (Piqué y otros) o a la familia (Mijatovic). Bochornoso todo. El caso es que el madridismo puede estar orgulloso al victimizar a un niñato multimillonario, con todo Dios opinando: Ferreras, Rufián, Montero e Iglesias, Lula y su embajador, Hamilton, en Brasil se apaga el Corcovado…España importa el Black Lives Matter y queda ante el mundo como un país racista, el Gobierno aprovecha para desviar el foco de los asuntos importantes en plena campaña y encima detiene a unos cabestros para quedar mejor de cara a la opinión pública. Bien por Florentino, Ancelotti, Vinicius y el rebaño merengue.
«Mal, muy mal están los insultos racistas, pero…» = RACISTA.
Dejen de leer. No hay peros, no hay excusas. Retratado
Su simpleza es realmente llamativa.
Jajaja los comentarios son muy graciosos.
El mundo se ha dado cuenta de la pocilga que es LaLiga española, llena de equipos mediocres cuyo única razón de ser es el odio al Real Madrid, ahora personificado en Vinicius Junior, un chaval de 22 años que sufre bullying, acoso y racismo en cada estadio de España por la única razón de ser el mejor jugador del mundo y ser del Madrid, además de negro.
Sigan revolcándose en el fango
Ladran, luego cabalgamos…
Buena parte del madridismo está demostrando que su ideología es el Real Madrid y que le da igual su país. Y Bidentino Pérez, que el club se mueve por unos intereses económicos y desde luego globalistas para complacer a una parte del mundo mientras se desprecia a España.
Buena parte del antimadridismo está demostrando que su ideología es el odio al Real Madrid y que le dan igual los derechos humanos y los valores del deporte.
Y el mundo asiste atónito a la degradación moral de España y a la corrupción de LaLiga, podrida hasta los cimientos