Mientras en algún lugar del mundo esperan la «locura de marzo», en la Euroliga estamos en vísperas de un punto de inflexión significativo. A solo cinco jornadas de concluir la fase regular de la competición, las palabras y los hechos ahora son parte de una sola instrumentación, como las teclas blancas y negras de un piano. Vale la pena pararse a observar el estado de los que, si mis conjeturas son correctas, son los 11 equipos implicados en la lucha por definir a los ocho destinados a pelear por el máximo título continental.
Comenzando de abajo hacia arriba en la clasificación, el Efes está viviendo una temporada convulsa. El vigente bicampeón de Europa tiene serios problemas en estos momentos para acceder al TOP-8. Muestran severos problemas en los últimos segmentos de los partidos. El Real Madrid les dejó salir con vida en un partido en el que una derrota pudo haber terminado con todo antes de tiempo, pero a pesar del mal hábito adquirido durante los diez últimos minutos de juego, el Efes logró sobrevivir. Dos días después, el parcial 0:16 encajado ante el Partizán fue el corolario al despropósito. En varias ocasiones el Efes ha disfrutado de ventajas cifradas en dobles dígitos que no ha podido concretar. Ante el Partizán, el equipo de Ataman estuvo al borde de la histeria mental. Sobre el hecho de ver jugar juntos a Micic, Larkin y Clyburn se escribieron grandes titulares en el verano; en la práctica el resultado de juntar a estas tres estrellas solo puede calificarse como sombrío y decepcionante. Micic parece estar pensando en una futura carrera NBA. Larkin expresó en Twitter su descontento por tener su trasero sentado en el banquillo durante más tiempo del normal, mientras Clyburn a pesar de estar rindiendo bien es un jugador que amasa mucho balón. También hay evidentes problemas en la posición de 4. Se destila un cierto tufo a hartazgo, a fin de ciclo, a ser un equipo que tras tocar el cielo, comienza su caída víctima de su propia ambivalencia. Su calendario no es de los más difíciles, pero tiene que ganarlo todo sin margen al error. En tal caso su destino será poco envidiable.
Con el mismo balance de Efes encontramos a Valencia Basket. Después de empalmar una racha de derrotas que alcanzó su punto más bajo con la sonrojante paliza recibida en Vitoria, el equipo de Mumbrú se aferró a la vida ganando al Fenerbahce al calor de la Fonteta. Observando su calendario no apostaría por verles entre los ocho mejores, pero con el equipo valenciano hay un matiz importante en este sentido: hasta ahora han demostrado ser un equipo muy peligroso actuando como underdog. La misión es complicada con tres partidos seguidos fuera de casa ante Mónaco, en la sala Pionir ante Estrella Roja, y en Kaunas en un partido para el que ya se han vendido todas las entradas. Si el equipo de Mumbrú juega al nivel mostrado ante el Fenerbahce, entonces puede tener una oportunidad . La victoria del Olympiakos en Lituania ayuda a mantener las opciones al equipo taronja. A los de Kaunas les queda recibir en casa al Mónaco, al propio Valencia en duelo directo, y al Maccabi. Fuera debe visitar al Fenerbahce y al Bayern de Múnich. Gran mérito el de Kazys Maksvytis. Un equipo al que los expertos coincidían en darle cero opciones de llegar al Top-8, y sin embargo, las tienen. El desempeño, especialmente a nivel defensivo, exhibido por los lituanos, no puede causarme más que respeto.
En los mismos parámetros de victorias y derrotas que el Zalguiris encontramos al Baskonia, un equipo el de Peñarroya al que se la visto recuperar buenas sensaciones después de un errático principio de año que se extendió hasta la Copa del Rey. Es un equipo que ya no depende tanto de Markus Howard, de hecho, si hay que señalar a alguien en términos de dependencia , señalaría a Darius Thompson, uno de los mejores bases ahora mismo en el viejo mundo. En el marco de un buen tono colectivo hay que destacar a jugadores como Hommes que ha regresado con fuerza tras sus problemas en las rodillas, a un Kotsar que a pesar de sus pesadas piernas está ofreciendo un buen rendimiento, y a Marinkovic, Giedraitis y Sedekerskis. Esta semana perdieron un duelo ante un Maccabi del que hablaré más adelante, no obstante en Vitoria se confía en este equipo y en la fortaleza exhibida en el Buesa Arena. Los tres partidos en casa ante el Alba, Fenerbahce y Asvel se antojan definitivos. Teniendo en cuenta que tienen ganado el average con todos sus rivales directos excepto con el Partizán, quizás sirva con ganar los tres partidos de casa. O quizás con 18 no sirva y haya que irse a las 19, por lo que el próximo partido en la sala Pionir ante el Estrella Roja tiene aroma de final para los vitorianos.
Željko Obradović lo ha vuelto a hacer en Belgrado. Incluso presentando una composición con aparentes puntos mejorables, Partizan ha ido mutando conforme las hojas del calendario iban cayendo hasta convertirse en un equipo muy duro mental y físicamente. Es como si el equipo de Obradović hubiese entrado en modo Playoffs desde finales de febrero. Cuando es necesario la defensa exprime un punto más la intensidad para impulsar al ataque. Punter, Nunally, Lessort, Leday y Dante Exum son los principales argumentos en un equipo que actualmente es uno de los más atractivos para el espectador imparcial. Su calendario es duro y a la vez favorable por el hecho de disputar cuatro de los cinco partidos restantes en Belgrado. El pero es que recibe a Olympiakos, Barcelona y Real Madrid en casa. Los tres peores rivales en sus circunstancias. Si es capaz de ganar dos de esos partidos, posiblemente le sirva para estar en el Top-8. En caso de tener que llegar a la última jornada con necesidad de ganar, tiene al Panathinaikos como rival en el Pionir.
Uno de los nombres propios en la competición es el de Oded Kattash. El nuevo héroe de Jersusalén. Escribí anteriormente que era un equipo que no terminaba de convencerme, sucede que su fortaleza como locales les ha catapultado y están a un paso de los playoffs. Sin favores de nadie y desplegando un atractivo baloncesto que bien es merecedor de los aplausos del viejo Eliyahu. Gran mérito el de Kattash liderando a un equipo capaz de aprender de sí mismo mostrando su mejor versión en el momento decisivo del año. Cierto es que el Maccabi sigue presentando carencias a nivel defensivo, pero no hay que dejar de recordar que en Tel Aviv este verano construyeron desde cero, uniendo jugadores con escasa experiencia en Euroliga con otros jugadores con etiqueta de «sospechosos» . En una Euroliga como la de esta temporada, inusual por su igualdad y su alto nivel, Kattash ha logrado que el Maccabi parezca un equipo. Su rotación se percibe sólida y compacta en estos momentos. La dupla formada por Lorenzo Brown y Wade Baldwin encaja mejor de lo que este escriba presuponía en principio, al mismo tiempo es complicado reducir el impacto de Bonzi Coolson y Jarell Martin en el equipo. Su calendario no es sencillo, aunque con tres partidos en el Eliyahu se siente menos complicado. Necesitan 19 victorias para liquidar definitivamente el asunto y no depender de nadie.
Dos equipos a los que podemos situar en el Top-8 con toda certeza y merecimiento son el Fenerbahce y el Mónaco. Los de Itoudis han superado su crisis particular de finales /principio de año logrando importantes victorias como la protagonizada ante el Barcelona. Con el flamante fichaje de Dorsey, los turcos tienen un calendario bastante más complicado que los catalanes, pero a cambio tienen un partido más: el aplazado ante Olimpia Milano. El objetivo para los otomanos debe ser hacerse con la cuarta plaza. Ser quintos complica la presencia en la F-4. Respecto al equipo francés, no vale la pena azotar demasiado a Mike James por sus noches de borrachería o por excesiva deslealtad hacia su equipo, porque ante todo Mike se percibe como la persona más importante del mundo. No es la primera vez que sucede. La parte buena para el Mónaco es que esto suceda ahora, y no dentro de unas semanas.
Con un juego que , en general, no pasa de ramplón y anodino, el Real Madrid tiene casi asegurada su presencia en el Top-4. A una sola victoria del líder Olympiakos, los madridistas evidencian aspectos preocupantes: las lesiones han diezmado la posición de 1 hasta el punto de dejar al Chacho solo en esa posición, jugadores con peso en la rotación como Hanga y Causeur no pasan por su mejor momento, y en definitiva, la que podría ser sobre el papel la plantilla más profunda de Europa se siente reducida en los momentos importantes. Musa, Hezonja y Deck son las notas positivas del equipo de Chus Mateo, al que he dejado de forma intencional para el final. Sobre su persona, inmediatamente me surge una pregunta: ¿existe algún escenario donde pueda vislumbrarse un final feliz en esta temporada para Chus Mateo?. En el estado actual de la competición pienso que la pregunta se plantea de forma correcta.
Tampoco existe la posibilidad de asociar lo ofrecido hasta ahora por el Barcelona con grandes narrativas. La Copa del Rey encendió todas las alarmas en una afición que teme presenciar cómo su equipo se encuentra discretamente allanando el camino a la nada. El juego del equipo blaugrana gravita hacia la vulgaridad. Y en este punto, vale la pena señalar a un Jasikevicius cuya continuidad en Barcelona puede pasar por la conquista de Europa. De no ser así, el técnico lituano se encuentra en una situación en la que cualquier opción es peor que la anterior. En ese hipotético contexto de morir o vencer, es prioritario para ellos finalizar en el Top-4 para disponer de ventaja campo en los Playoffs.
Mención especial para el Olympiakos de Bartzokas, líder en solitario de la competición y serio aspirante a todo. Espera en el Olimpo al resto de competidores. También para un Messina representante de la Italia emocionalmente artística. A punto ha estado de completar una remontada épica. Y en estas jornadas finales va a estar en el principio y final de muchas historias. El precio de un error ahora mismo es altísimo. La principal pregunta es quién manejará mejor sus opciones y sus nervios en estas cinco finales que nos quedan por delante para definir a los ocho equipos que estarán en el Top-8. Algo más de 200 minutos nos separan de conocer la respuesta a todas las hipotéticas preguntas planteadas en relación a los nombres de los 8 elegidos.
Maravilla de artículo, David. Nos esperan unas semanas apasionantes.
Decepcionante el Efes, y decepcionante el Real Madrid. Parece que la explosión de Musa es el único brote verde. Creo que pudo (y debió) hacer más por recuperar a Campazzo