No conozco ningún aficionado al fútbol que crea que los árbitros y la prensa tratan a su equipo mejor que a los rivales. Miguel Ángel Gil Marín no es una excepción, aunque ignoro si es aficionado al fútbol. Para contarnos que no confía en los colegiados, el máximo accionista del Atlético de Madrid echó una nota por debajo de la puerta de los periodistas y, antes de que el primer reportero saliera a abrir desconcertado mirando a ambos lados del pasillo, ya había vuelto a la sombra. A su padre, Jesús Gil, tampoco le gustaban los periodistas, pero sí los medios. Mucho. Soportar a los primeros era imprescindible para aprovecharse de los segundos, aunque no siempre. En su día inventó la autoentrevista: él mismo se preguntaba, se respondía y enviaba por fax a las redacciones el resultado. Décadas después su hijo, al que José Ramón de la Morena solía comparar con Michael Corleone cuando aún concedía entrevistas —«Tú no querías esto, a ti te metieron»—, prefiere el comunicado oficial, mucho más discreto, menos ostentóreo y sin necesidad de comentar la inclinación sexual de ningún trencilla. Algo hemos avanzado.
La nota de Gil Marín lamentando que los árbitros actúan presionados por el Real Madrid levantó sarpullidos allí donde se podía esperar. Melchor Ruiz, el redactor oficialista que traslada a los oyentes de Cope el sentir de la planta noble del Real Madrid, escribió en Twitter: «Todavía me acuerdo de la pretemporada en la que Simeone dijo: «La Liga está sospechosamente preparada [para que la gane el Real Madrid]”. ¿Sabéis quién ganó esa Liga? Pues sí, correcto, el Atleti».
Todavía me acuerdo la Pretemporada en la que @Simeone dijo "La Liga está sospechosamente preparada"🙄
Sabéis, quién ganó esa Liga ? Pues, si , correcto, el @Atleti 🤪 https://t.co/YBrUr231Ry
— Melchor Ruiz (@MelchorRuizCope) January 28, 2023
Melchor nos dice que todavía se acuerda. Lo que pasa es que se acuerda mal, porque aquella Liga la ganó el Barcelona. El dato no quiebra del todo su razonamiento —se trataba de recordar que no debía de estar tan «preparada» aquella Liga si el Madrid no la ganó— pero sí entorpece su propia exposición, porque desvía la atención a su error. Nadie piensa que Simeone fue un bocachancla porque están pensando que lo eres tú. Por esto, y porque Twitter Atleti se le echó encima, sorprende que el tuit siga intacto, que no impoluto. En el periodista medio late una especie de pavor atávico a rectificar, a editar, no digamos ya a disculparse si es necesario —que no es el caso—. Los errores que vemos a diario en la prensa no suelen ser tan graves como ese miedo a admitirlos. Si alguna vez han pensado que el VAR es inútil, imagínenlo en manos de periodistas. Nosotros somos más de patada a seguir.
Hace algunos días, varios medios nos contaron que Pep Guardiola se estaba dejando querer por el Barça. No era verdad. Guardiola habló sobre Mikel Arteta, que era su asistente en el Manchester City hasta que le llamaron para dirigir al Arsenal, donde había jugado cinco temporadas. Guardiola explicó que Arteta, cuando estaba a su lado, se mostraba siempre muy apasionado en las celebraciones del City… salvo contra el Arsenal. Ahí Pep le notaba contenido. «A este tío le gusta el Arsenal», dice que pensaba. Así que comprendió que Arteta le dejara en plena temporada para volver a Londres: «Si estoy entrenando, aquí o donde sea, como asistente y el Barcelona me llama, yo voy. Es mi club».
No sabemos muy bien qué llevó a cantidad de medios a deformar las palabras de Guardiola, prescindir de lo de «como asistente» y publicar: «Si el Barça me llama, voy; es mi club». A estas alturas, ya no sabemos si es el clickbait, si son las prisas, si son los problemas para traducir del inglés… Seguramente fue culpa de la retroalimentación de los medios, especialmente los digitales; una forma fina de decir que se van copiando y, cuando uno mete la pata, el resto va detrás. La mayoría fueron luego corrigiendo la noticia, pero no todos. «Iré al Barça si me llaman, es mi club», podemos leer aún en Sport. Un diario que vive por y para los culés, cuyo foco supuestamente es contarles la mejor información sobre el Barça, mantiene que el mejor entrenador de la historia azulgrana lo dejaría todo por volver al Camp Nou. Una semana después y, probablemente, para las futuras generaciones.
Entre quienes no pasaron del titular debía de estar Irene Molina, reportera de DAZN, que al descanso del Girona-Barcelona entrevistó al CEO del City, Ferran Soriano. «Le tengo que preguntar por Guardiola, porque ha dicho que si le llama el Barça lo deja todo y va. ¿Esto podría ocurrir?» Es una lástima que la pregunta más agresiva que DAZN ha hecho en un palco en todo lo que va de Liga no estuviera basada en hechos reales. Tuvo que ser el entrevistado, muy sonriente, quien aportara el contexto. «Cualquiera que escuche las declaraciones de Guardiola sabe que dijo que, si fuera el entrenador asistente del City y le llamara el Barça, iría. Pero él no es entrenador asistente, sino primer entrenador». Cualquiera que escuche las declaraciones sí. Cualquiera que las haya leído en la prensa no.
A William Randolph Hearst conocido ser uno de los impulsores de la llamada prensa amarilla, se le atribuyen dos frases: «Si no pasa nada, tendremos que hacer algo para remediarlo: inventar la realidad» y «Usted suminístreme las ilustraciones, que yo le suministraré la guerra»
en mi opinion los medios de comunicación en la actualidad tienen estas dos frases como su modus vivendi y este estilo dificilmente cambie si valoramos que el sensacionalismo vende mas y por otro lado te permite una manipulación mediática que siempre gusta al que te suele poner en el puesto.
Más inútil que el VAR de los periodistas
¡Me ha encantado el artículo! Brutal.